domingo, 4 de enero de 2009

Análisis de los equipos de Segunda

Tarankan: Se quedó en el límite para formar parte de la Primera División. Mucha culpa de ello la tiene su historia más reciente, historia negra con cuatro desuentos económicos en las últimas cinco temporadas, con diez campañas consecutivas en la Segunda. Los de Tarankan sin embargo tambié tienen una sonrisa en su historia. Su temporada más éxitosa fue la decimosegunda con un brillante ascenso a Primera y un campeonato de Copa, un doblete en menor medida que les abrió la puerta de la máxima categoría para igualar su mejor registro en Primera, ocho campañas consecutivas entre los grandes. Sus tres subcampeonatos quedan muy lejanos.
Todo irá bien si la tripe C (Chasla, Canila y Calira) entran en juego.
Le mantendría por debajo de su nivel pecar de los mismos errores del pasado.

Kaitangota: El equipo de la capital nunca ha estado clasificado por encima del tercer puesto en la máxima categoría. Toda una decepción para un club que por cuestiones políticas y estratégicas siempre ha tenido un mayor respaldo. Los Kai se vieron abocados a la Segunda en la última campaña después de diez campañas consecutivas entre la élite. Su cuarto puesto en la categoría de plata fue una decepción para un equipo diseñado para ascender. Sin embargo en la capital se sigue confiando en el talento de un joven jugador de la cantera, Tarila. En su última temporada brilló, esta será la de la consolidación.
Todo irá bien si Tarila se convierte en el líder del equipo.
Le mantendría por debajo de su nivel la presión de su público.

Rangiroa: Es uno de los principales perjudicados por el nuevo sistema de competición. Cuartos en la última edición en Primera y campeones de Segunda en la campaña anterior, los rojiazules venían demostrando que con paciencia y trabajo se puede construir un buen bloque. El Rangiroa es el equipo que más Copas ha ganado, por detrás de Saumlaki e igualado con el Fakarava, con tres, buena muestra de que sus jugadores saben rendir con presión en partidos a cara o cruz.
Todo irá bien si mantiene su estilo de juego.
Le mantendría por debajo de su nivel no adaptarse a la Segunda.

Nanga Parba: Tocó fondo hace dos campañas con su descenso de categoría directo y su último puesto en la campaña siguiente, con descuento económico correspondiente. Sin embargo, en la ciudad nanga se apuesta esta temporada por recuperar la categoría gracias a dos apuestas personales de su entrenador Day Aena. Canel y Danela, los jugadores más jóvenes del fútbol karakhumano, ambos cuentan con diecisiéte años, formarán la dupla atacante de un equipo que cuenta en sus filas con el internacional Ales Ceh.
Todo irá bien si Canel y Danela no acusan su juventud.
Le mantendría por debajo de su nivel no tener recambios para su delantera.

Fakahina: La historia les ha convertido en un equipo que goza de la simpatía del pueblo karakhumano. Su lucha constante por eludir el descenso cada vez que ha estado en Primera les otorgó el título honorífico de equipo de la ilusión. Acostumbrado a luchar en inferioridad de condiciones por su potencia deportivo, económico y social, el Fakahina no renuncia al ascenso.
Todo irá bien si sigue explotando su cantera.
Le mantendría por debajo de su nivel su escaso potencial en los metros finales.

Hurmansk: Acostumbrado a vivir en las catacumbas del fútbol karakhumano, el Hurmansk acumula seis décimos puestos entre Primera y Segunda. Es el peor registro de la historia igualado con el Beersheba. Su último puesto fue un descenso directo de Primera a Segunda tras un subcampeonato. Su aparición en el fútbol de élite fue muy tardía, tuvo que esperar a la decimocuarta campaña para hacerlo, mucho retraso para estar ahora entre los mejores.
Todo irá bien si mantiene la mentalidad de Primera.
Le mantendría por debajo de su nivel acordarse del descenso directo.

Owadin: Los de Arula Lemeta se habían reecontrado con el buen fútbol hace cuatro campañas. Su ascenso a Primera después de haber disfrutado sólo dos en las últimas veinticinco temporadas de la máxima categoría, hace cuatro años devolvía la ilusión a una ciudad que fue organizadora de la primera edición de la Liga de KaraKhum. Sin embargo, la fortuna no ha sido la principal aliada del Owadin. Descendió en su primer año siendo colista, se quedo a las puertas en tres ocasiones con terceros puestos de ascender y tan sólo ha conseguido gozar del ascenso de forma directa siendo campeón. Mucho sufrimiento y poca recompensa.
Todo irá bien si Shusda se erige en el cerebro del equipo.
Le mantendría por debajo de su nivel no encontrar a Danel en ataque.

Beersheba: Es el peor equipo en cuanto a números en Primera se refiere. Con sólo cuatro en la mñaxima categoría, tan sólo su campeonato de Copa en la quinta campaña le sitúa por encima de sus perseguidores. La temporada pasada consiguió el ascenso en la promoción ante el Rangpur por un global de 5-1 sin embargo, la nueva normativa le condena a la Segunda. La mágia del Beersheba estará en dos polos opuestos, por una parte en la portería con el joven guardameta internacional Davi Dhania y por otra en la punta de ataque con el karakhumano de origen francés René Elkeh.
Todo irá bien si sus polos opuestos funcionan.
Le mantendría por debajo de su nivel cumplir su papel de equipo de Segunda.

Prambala: Dieciocho temporadas sin Primera es un mundo. El Prambala tan sólo la ha olido en dos ocasiones mediante la promoción, sin embargo, los jugadores de la Pram no consiguieron dar el paso al frente perdiendo la oportunidad de volver a la élite. Tan sólo dos Copas de la Liga contemplan a un equipo que nunca ha estado má de dos temporadas consecutivas en Primera, la marca más pobre de la historia.
Todo irá bien si se aleja de sus complejos.
Le mantendría por debajo de su nivel cometer errores de la pasada campaña.

HinduKush: Cuando un equipo es el peor de un grupo de veinte tras treinta campañas la casualidad ha de ser la menor excusa. Sus seis décimos puestos, con cinco descuentos económicos, marcan el rñecord negativo del fútbol karakhumano. Además, el HinduKush no ha saboreado nunca qué es ganar un título. Sus cuatro temporadas en Primera, de la decimosexta a la decimonovena, dan color a veintiséis campañas en el pozo de la Segunda. Neh Diriade, entrenador del cuadro, tendrá mucho trabajo por delante.
Todo irá bien si Taleina asume galones.
Le mantendría por debajo de su nivel no mejorar.

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